martes, 7 de junio de 2011

Marcelino: al pan, pan y al vino, vino.

Marcelino García Toral (1965) ha sido presentado como nuevo entrenador del primer equipo del Sevilla Fútbol Club. Deja atrás una tormentosa despedida de su anterior club, el Racing de Santander.
Hace unos días, el presidente del equipo cántabro, Francisco Pernía, equiparaba la rescisión unilateral de contrato (amparada en el decreto 1006/85) de Marcelino en el Racing (aún le quedaba un año de contrato) con la de Juande hace unos años en el Sevilla. El otro día, leyendo un artículo en un periódico sevillano, vi plasmado sobre el papel todo lo que yo pensaba sobre esa comparación de Pernía, que paso a resumir.


Hay múltiples diferencias entre ambas situaciones, pero lo más evidente es que Marcelino ha abandonado el Racing a principios de junio, a casi 3 meses del inicio de la liga. Juande se marchó el 26 de octubre de 2007, cuando la liga ya llevaba más de 2 meses en marcha. No es lo mismo 3 meses antes del inicio que 2 meses después.

Para más delito, Juande dejó a un Sevilla noqueado tras la muerte de Antonio Puerta. Cuando Juande se fue del Sevilla no hacía ni 2 meses del fallecimiento del malogrado jugador (28 agosto).

Centrándonos en lo deportivo, Marcelino deja un club “del montón”, para irse a un club grande, un club que lleva 6 años ganando títulos, que lleva muchos años clasificándose para competiciones europeas, año tras año. Es decir, Marcelino se marcha del Racing por cuestiones deportivas (legítimas a todas luces), con la consiguiente mejora económica. Juande dejó el Sevilla para irse al Tottenham, un club equivalente al Sevilla, del mismo nivel deportivo. La mejora era, sobre todo, económica. Igual de legal, pero éticamente más discutible.

Por tanto, no cofundamos las cosas, y al pan, pan y al vino, vino. Bienvenido Marcelino   

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