lunes, 21 de marzo de 2011

Si bebes no conduzcas, y menos si eres político

En febrero de 2010, el diputado por Valencia desde 2008 y presidente de Nuevas Generaciones del PP desde 2006, Nacho Uriarte, fue imputado por un delito contra la seguridad vial tras sufrir un accidente de tráfico en Madrid con el coche de un amigo y dar positivo en el control de alcoholemia que se le realizó a continuación.
Uriarte, de 30 años de edad, colisionó el Volkswagen Golf que conducía con otro vehículo que estaba parado en un semáforo de la madrileña calle Serrano. En los análisis de alcoholemia realizados tras el accidente se apreció una tasa de 0.55 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, el doble de lo permitido. El límite está fijado en 0.,25 miligramos por litro.
Nacho Uriarte lamentó y reconoció los hechos acontecidos y aseguró que se trataba de un error humano y que asumía su responsabilidad, presentando su dimisión en la Comisión no permanente de Seguridad Vial y Prevención Accidentes de Tráfico del Congreso, de la que formaba parte como vocal.

Imagen de Vectorizados retocada por Javitti
Hace unos días, el concejal del PP en el Ayuntamiento de Santiago de Compostela, Ángel Espadas, fue encontrado a las 6’35 a. m. por la Guardia Civil dormido en el interior de su vehículo, con el motor en marcha, delante de un semáforo en una calle de las afueras de Santiago de Compostela. El atestado hablaba de una  persona con "síntomas de encontrarse bajo los efectos de las bebidas alcohólicas, tales como habla pastosa, fuerte olor a alcohol y que al bajarse del vehículo presentaba una deambulación vacilante". La prueba de alcoholemia realizada mostró una tasa de 0.79 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, triplicando la tasa permitida. Fue detenido e imputado por un delito contra la seguridad vial. Espadas reconoció los hechos, admitió el error cometido, presentó la dimisión como concejal y renunció a su inclusión en la lista de la candidatura popular del 22-M, en la que concurría como número tres.  

También en febrero de 2010, el alcalde de la localidad asturiana de Siero, el socialista Juan José Corrales, sufrió un accidente de tráfico a las 07.00 a. m. y triplicó la tasa de alcoholemia permitida por ley en la prueba que le realizó la Guardia Civil, con 0.75 miligramos de alcohol por litro de aire espirado. El accidente se produjo en una carretera nacional dirección a Lugones, donde el conductor se saltó una rotonda y un ceda el paso. El edil, una vez recuperado del “susto", negó haber bebido y atribuyó el accidente a "una arritmia cardiaca" y comentó que las informaciones sobre su supuesta embriaguez "no se ajustaban a la realidad". Al día siguiente, ante las evidencias científicas y tras una "profunda reflexión", el alcalde pidió perdón por los hechos a los ciudadanos de Siero, reconoció su culpabilidad y presentó su dimisión.

2 comentarios:

  1. Los tres bebieron alcohol y cogieron el coche, los tres son políticos, los tres reconocieron que habían bebido y se disculparon...la única dferencia entre ellos es que los dos primeros reconocieron el error sin vacilar, el tercero lo reconoció cuando ya no tenía escapatoria y como no, era del PSOE!!! Por sus actos los conoceréis, qué vergüenza!!!!

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  2. En resumidas cuentas, que podría decirse que los tres son un poquillo memos...
    Para los políticos la tasa de alcohol permitida debería ser algo más baja que en el resto de conductores, pues a ellos se les une esa conocida dificultad para percibir la realidad con claridad...
    ¡Que Baco nos coja confesados!

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